martes, 29 de julio de 2008

La liberación de rehenes sigue generando polémica

La liberación de los 15 rehenes en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, entre los cuales se encontraban la ex-candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres agentes secretos estadounidenses, fue comprada por cerca de US$ 20 millones, de acuerdo con la Radio Suiza Romanda (RSR). La radio llamó a la operación como "montaje" y afirmó que en el origen de la transacción estaba Estados Unidos.

La emisora dijo que consiguió las informaciones por medio de una fuente confiable, testeada en reiteradas ocasiones en los últimos años. La versión de la radio contradice las informaciones divulgadas por el gobierno colombiano. El ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que la operación fue 100% colombiana, a pesar de que Estados Unidos habría participado de ajustes previos.

Además, la radio informó que en la base del acuerdo se encuentra la esposa del responsable de los rehenes detenidos. Según la emisora, la mujer servía como intermediaria desde que fue detenida por las fuerzas militares colombianas. Ella habría permitido abrir un canal de negociaciones con el grupo que tenía en su poder a los rehenes y obtener que su responsable, Geraldo Aguilar, cambiara de bando.

La tesis de la radio también desmiente otro argumento oficial de que habría habido una infiltración de elementos del ejército colombiano en la guerrilla. Ahora, analistas y periodistas se preguntan por qué no fueron divulgadas imágenes completas sobre la operación militar, ya que había ocurrido sin ninguna complicación.

El analista internacional Miguel Ángel Herrera Zgaib trae un punto nuevo al enredo de esta historia. Afirma que la operación se realizó con un "engaño": la utilización de helicópteros del ejército colombiano pintado de blanco con la marca de la Cruz Roja Internacional. Según el analista, esa acción se configura como un ilícito en el derecho internacional humanitario y en el derecho de la guerra.

Herrera se sorprende por el silencio acerca de esta cuestión, tanto de los rehenes como de autoridades colombianas y estadounidenses. Para el analista, esta operación guarda semejanzas con aquéllas realizadas en África y en Israel y da continuidad a una serie de acciones ilegales cometidas por el gobierno colombiano, al utilizar medios que supuestamente permiten la obtención de fines altruistas.

Además resalta el hecho de que, el mismo día de la liberación, la Corte Constitucional colombiana decidió no revisar más la decisión de ejecutar el segundo mandato de Álvaro Uribe. Para Herrera, ahora es fundamental una movilización en busca de la renuncia del presidente por haber sido reelecto utilizando una fórmula ilegal e inconstitucional. Además, los ciudadanos deben exigir el respeto al derecho interno e al derecho internacional humanitario.

04.07.08, de ADITAL
Fray Tito para América Latina
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com

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